Convento de San Francisco
Convento de San Francisco
Vista del pórtico y del cementerio ubicado al oeste del mismo
En la intervención arqueológica desarrollada en 2019 con motivo de la urbanización del entorno del Centro Memorial de la Víctimas del Terrorismo, se recuperó una valiosa información sobre la historia del convento de San Francisco y sus antecedentes, que completaba a la ya conocida a partir de la documentación escrita.
Los primeros testimonios documentados son agujeros de poste, rozas, y otras estructuras negativas excavadas en la roca. Estos restos se corresponderían con un primer hábitat disperso, de pequeña entidad, que ya existiría en el siglo XII, antes de la edificación del convento, y antes también de que Alfonso X (1252-1284) ordenara la construcción de la muralla oriental (que discurría por las actuales calles de San Francisco y Nueva Fuera).
Gran agujero de poste o base de silo
Las primeras evidencias halladas del primitivo edificio religioso son de unos cuántos años más tarde. Se trata de una serie de enterramientos probablemente correspondientes a los momentos iniciales del convento, antes de la gran obra de finales del siglo XIII promovida por Doña Berenguela López de Haro. Sabemos que este cementerio es anterior a este proyecto constructivo porque varios enterramientos estaban cortados por el muro de la fachada occidental de la iglesia. Su aparición confirma la presencia ya apuntada por las fuentes escritas de un importante complejo monástico en estas fechas.
La creación de este cementerio extramuros supuso la desaparición de buena parte del hábitat anterior. No es posible saber, a partir de los restos arqueológicos hallados, cómo se produjo este proceso por el cual un espacio ocupado por distintas edificaciones pasó a formar parte del patrimonio del convento. No obstante, alguna información al respecto la aporta la documentación escrita que menciona cesiones y donaciones por parte de la élite vitoriana y del mismo monarca castellano Alfonso X para ampliar las posesiones del cenobio.
En cualquier caso, todo el poblamiento previo no fue anulado. De hecho, una gran estructura excavada a modo de sótano, situada al oeste del cementerio, fue profundamente reformada mediante la construcción de varios muros para dividir el espacio interior. Pensamos que este espacio subterráneo seguramente empleado como almacén, posiblemente de cereal, pertenecería a una gran construcción de la que apenas tenemos información, puesto que toda su parte vista no se conservó. Además de esta gran edificación, al noroeste de la necrópolis existió otra que, al igual que la anterior, sólo conservó su sótano. Ambas construcciones delimitaban perfectamente el espacio funerario.
Vista general del sótano occidental con los distintos ambientes
Vista general del sótano occidental con sus distintos ambientes
De la importante reforma acontecida en el convento a partir del año 1296, en la intervención arqueológica se documentó la fachada occidental de la iglesia con los restos de su puerta de acceso y del pórtico. Éste se desarrollaba a modo de galería corrida por los extremos septentrional y occidental del templo y pudo estar conectado con el antiguo hospital de Nuestra Señora del Cabello (posterior hospital de Santiago), actualmente bajo el edificio del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo. En esta nueva etapa, tras la construcción de la iglesia y el portegado, el cementerio continúa utilizándose.
Los siguientes datos aportados por el registro arqueológico son ya de finales del siglo XV, cuando los sótanos de las edificaciones que limitaban el cementerio por el norte y por el oeste son rellenados con tierra. No parece que este desmantelamiento afecte a los pisos superiores, que seguirían en pie. Gracias a la documentación escrita sabemos que, a lo largo de esta centuria, el pórtico norte se fue anulando con la construcción de diferentes capillas, hoy en día desaparecidas bajo el actual edificio de Hacienda.
El siguiente capítulo de la historia del yacimiento se sitúa a finales del siglo XVI cuando el pórtico occidental fue desmontado hasta sus cimientos. Este hecho quedaba perfectamente atestiguado en los restos, ya que al haber sido saqueado completamente, sólo se conservaron algunos tramos de su cimentación. En su lugar se construyó el imponente porticado renacentista, del que se pudo documentar buena parte de sus alzados.
Vista general del pórtico renacentista
Más o menos en esas mismas fechas se levantan la capilla de la Anunciación y el colegio universitario del mismo nombre. De ambas construcciones se evidenciaron algunos testimonios, no en tan buen estado de conservación, pero que permitían corroborar la información documental con la que hasta la fecha contamos. De hecho, si algo ha podido sorprender es lo bien que cuadraba la topografía antigua recogida en distintas planimetrías de época con el emplazamiento de las ruinas localizadas.
Situación del pórtico renacentista dentro del convento
Planta general del pórtico y restos localizados en la actuación arqueológica
Planta del pórtico localizado en la intervención arqueológica
El cementerio estuvo en uso tras esta importante reforma en el convento, tal y como así lo atestiguaban varios enterramientos localizados bajo el suelo del pórtico renacentista. Muchos de ellos ocupaban el espacio donde se situó el pórtico medieval y sus alrededores.
Enterramientos situados en el hueco que dejó el pórtico medieval tras su saqueo
El final de este longevo cementerio debió coincidir probablemente con la rehabilitación del pórtico en fechas barrocas, ya que un bonito suelo de cantos rodados y ladrillos cubría todas las sepulturas anteriores.
Los últimos testimonios registrados durante la excavación arqueológica fueron los correspondientes a las reformas llevadas a cabo en el convento para convertirlo en cuartel de artillería, ya en el siglo XIX.
Planta del pórtico renacentista en la que se marcan las reformas acontecidas cuando pasó a ser cuartel
Intervención arqueológica e imágenes: Iterbide S.C.
Planimetría y topografía: Iterbide S.C.y Enklabe KST
Zona arqueológica: Convento de San Francisco
Cronología: ss. XII-XX
Promotor de la obra: Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y Ministerio del Interior
Financiación de la intervención arqueológica, conservación y puesta en valor: Diputación Foral de Álava