Nos encontramos con la sala dedicada a la cerámica popular, centrada especialmente en Álava. Su producción se localizaba en distintos centros alfareros del territorio. Entre ellos podríamos destacar los de Ullibarri de los Olleros, Ullibarri Gamboa, Hijona, Elosu, Erentxun o Narvaja, que fue el último taller en activo y cerró sus puertas en 1976.

Las piezas que se muestran son de carácter utilitario, destinadas a usos domésticos, desde el aseo hasta el transporte de alimentos. Así, podemos mencionar los barreñones, para la elaboración de los productos procedentes de la matanza del cerdo, las vasijas para la cocina y la mesa, jarras para el agua o el vino (pedarras) o las mantequeras y tinajas para la conservación de los alimentos en aceite o vinagre.

La mala calidad del barro del País Vasco impidió realizar vasijas aptas para el contacto directo con el fuego; por ello, se muestran una serie de piezas de la zona de Zamora y Valladolid que se adquirían para cocinar. Los alfareros vascos, las impermeabilizaban luego con esmaltes vidriados y blancos, tanto en el exterior como en el interior.

En ocasiones, debido al uso y a las roturas, necesitaban reparación y entonces se procedía a su alambrado o grapado. Este era un oficio propio de los hojalateros y en la sala podemos apreciar algunos ejemplos.

Cerámica popular Alavesa