Elección de patrones o portainjertos para plantación de viña
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Elección de patrones o portainjertos para plantación de viña
Consideraciones previas a la elección de portainjertos
Previamente a la plantación de viña ha de hacerse un estudio pormenorizado de las condiciones agronómicas en las que se va a desarrollar el cultivo. Nos estamos refiriendo a clima del lugar, suelo, orografía, y disponibilidades de agua mediante riego, aspectos estos, que junto con otros de naturaleza legal, económica o comercial, nos determinaran la variedad a elegir.
En la preparación previa del terreno es preciso insistir en lo fundamental de evitar zonas de encharcamiento facilitando la salida de agua de la parcela y el drenaje del suelo.
Para determinar la idoneidad del terreno para viña nos podemos guiar por la existencia de plantaciones cercanas y, o en todo caso, llevando a cabo o estudio pormenorizado en el que los análisis y calicatas del terreno serán parte del mismo.
Las calicatas tendrán una profundidad de unos 2 metros y si se observara que en ellos existen diferencias visuales marcadas será conveniente analizar suelo y subsuelo separadamente. Los análisis del suelo nos orientarán sobre las características físico-químicas del terreno y las calicatas, sobre la profundidad y los perfiles en los que se desarrollarán las raíces.
El número de calicatas será función de la heterogeneidad del terreno, debiéndose realizar tantos como zonas distintas de tamaño significativo existan en el área donde realizaremos la plantación. Como orientación se realizará un muestreo por hectárea si la parcela es llana, y dos en el caso más habitual de Rioja Alavesa, de parcelas en ladera, una para hondón, o parte baja de la finca, y otra para la cabezada, o zona elevada.
El número de muestras de tierra recomendable a tomar será lo indicado para las calicatas, una o dos por hectárea en terreno homogéneo, teniendo en cuenta que cada muestra se obtiene por la mezcla de tierra de varios puntos. Si por el aspecto de la tierra o síntomas de clorosis férrica en la plantación anterior se sospecha existen diferencias en los contenidos de caliza activa se tomarán más puntos de muestreo para analizar por separado, ya que diferencias en los resultados nos pueden condicionar la elección de diferentes portainjertos.
La información que proporcionan las calicatas y análisis del suelo nos ayudará en la elección del portainjerto adecuado, enmiendas o abonados previos necesarios y otros factores del diseño de la misma plantación.
Diputación Foral de Álava a través del Servicio de Viticultura y Enología en Laguardia (Casa del Vino) dispone de un servicio de análisis de tierras asesorando al viticultor o bodega sobre todos los factores inherentes a la plantación de viña en Álava.
Criterios para la elección de portainjertos
Una vez se ha elegido la ubicación del viñedo y la variedad como principales componentes de la calidad, es necesario seleccionar el portainjerto que mejor se adapte a las condiciones en las que se va a desarrollar, que permita que el conjunto vinífera-patrón mantenga, y si es posible mejore, las aptitudes propias de la vinífera. El portainjerto va a transmitir a la vinífera parte de sus cualidades. Así un portainjerto muy vigoroso o con alta tasa de cuajado contribuirá a incrementar la capacidad productiva, retrasando la maduración, lo que puede ser especialmente peligroso cuando la variedad injertada es de por sí tardía y de elevado rendimiento. A la inversa un patrón débil o poco fértil favorece el adelanto de la vendimia.
De igual forma hay patrones como el 41 B que su gran tasa de cuajado da como resultado alta producción y retraso en la maduración. Pasa parecido con el SO4, que si bien según la bibliografía adelanta la maduración, cuando la tasa de cuajado es alta, cosa que se suele producir con este portainjerto y, además sufre de sequía en verano, habitual en nuestras condiciones, finalmente induce a un retraso en la maduración, con desequilibrios entre la madurez fenólica y la industrial.
Dada la importancia de la correcta elección del portainjerto, será necesario analizar concienzudamente los múltiples factores que entran en juego. No obstante, acertar no es sencillo, nos encontramos siempre con el dilema de tener que priorizar a que factor o factores daremos mayor peso. Conviene por otra parte, sobre todo en viñas de tamaño mediano/grande, no centrarnos en un único patrón, en aras de la biodiversidad y de diversificación del riesgo si el patrón elegido no da el resultado que cabría esperarse.
La resistencia a la filoxera es el motivo por el cual la vinífera es injertada sobre un patrón. Estos patrones para su autorización deber resistir los ataques de este insecto. En los patrones cuyo origen es un cruce con Vitis vinífera la inmunidad es menor, si bien no se conocen en Álava problemas con los portainjertos híbridos.
La incompatibilidad puede estar motivada por diferencia de diámetro entre variedad y patrón, (cuestión que se trata de paliar en el vivero aunque patrones como los procedentes de Riparia no llegan a alcanzar nunca el grosor de la variedad), por diferencia de diámetro de los vasos leñosos (161-49 y Tempranillo), por la formación de una barrera –tilosis-, que merma la circulación de la savia, así como por diferencias genéticas que impiden formar un tejido de soldadura viable.
Ya hemos indicado la conveniencia de realizar zanjas o calicatas y análisis de tierra previos a la plantación que nos orientarán sobre el tipo de suelo y perfil del terreno.
- Resistencia a la caliza: El exceso de caliza provoca un bloqueo del hierro, entre otros elementos, limitando su asimilación y como consecuencia la denominada clorosis férrica. Esta se manifiesta por el amarilleamiento de las hojas y da lugar a un debilitamiento de la planta al disminuir la función clorofílica. En Rioja Alavesa la mayoría de las fincas están asentadas sobre terreno calizo.
Existen unas tablas o escalas de resistencia a caliza activa, o mejor aun utilizando como referencia el Índice de Poder Clorosante (I.P.C.), que relaciona la caliza activa con el hierro asimilable. Estas escalas de resistencia tienen solamente un valor indicativo.
Por otra parte, el hecho de que un determinado portainjerto resista contenidos elevados de caliza activa no significa que éste portainjerto no sea recomendable en suelos poco calizos.
La posibilidad de que se manifieste la clorosis en la viña depende además del contenido de caliza y hierro del suelo, y de la forma en que estos elementos se encuentran, de otros factores:
- A igual nivel de caliza del suelo son más clorosantes las tierras ligeras que aquellas más ricas en arcilla. La arcilla corrige los efectos negativos de la cal, en condiciones normales de drenaje.
- El exceso de humedad aumenta igualmente las posibilidades que en la viña aparezcan clorosis por lo que a veces basta con la mejora del drenaje de la finca para evitar el problema.
- El espesor de la capa arable también influye en la clorosis. Si el espesor del suelo es pequeño o ante momentos de escasez hídrica, las raíces buscan zonas más profundas cuyos contenidos de caliza suelen ser superiores a los que se encuentran en las capas más superficiales.
- En general, se puede decir que todos aquellos agentes que debiliten o vayan en contra del desarrollo de la viña intensifican las posibilidades de que aparezca clorosis caliza: abonados desequilibrados, grandes podas o cortes profundos, plagas y enfermedades, deficientes o inadecuados laboreos, encharcamientos, baja afinidad de patrón e injerto, etc.
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- Resistencia a la sequía: Variable para los distintos portainjertos
En general los cruces con Rupestris, Vitis vinífera y Berlandieri resisten mejor condiciones de sequía que en los que entra la Riparia.
- Resistencia a la sequía: Variable para los distintos portainjertos
• Resistencia a la compacidad del terreno y al exceso de humedad
Los suelos de textura fuerte con contenidos muy elevados de arcilla no son muy aptos para la viña por las dificultades de penetración de las raíces y por los riesgos de asfixia radicular que se presentan. En este tipo de suelos, cuando no es posible otra ubicación alternativa, previamente a la plantación es precisa la mejora del drenaje.
Entre los patrones que menos sufren en los terrenos muy compactos tenemos el 1103 Paulsen, el 99 Richter, y 110 Richter, 5-A-MZ y 41 B (“chaselas”) y entre los más sensibles el 161-49 Couderc y el 3309 C y Rupestris de Lot. En cuanto al exceso de humedad, todos los patrones son muy sensibles, si bien son algo más tolerantes al encharcamiento patrones como el Fercal, el SO4, el Riparia Gloire, el 161-49, el 420 A o el Gravesac.
• Resistencia a suelos salinos
Para aquellos casos, contados en Rioja Alavesa, con contenidos de sales solubles altos y que decidamos plantar a pesar de las dificultades de adaptación que la viña tiene a estos terrenos, elegiremos como patrón menos sensible a la salinidad el 1103 Paulsen. El 140 Ruggeri tolera también niveles de sales ligeramente altos.
• Resistencia a suelos de escasa profundidad
Las calicatas en la viña a plantar nos orientarán sobre la profundidad a la que se encuentra la roca madre o si existen capas inexpugnables para las raíces.
Este factor está relacionado con la resistencia a la sequía y puede determinar la elección de uno u otro patrón en función del ángulo geotrópico y de la longitud de penetración de sus raíces.
Las diferencias climáticas entre las dos zonas vitícolas en Álava, área del Txakolí y Rioja Alavesa y ya dentro de esta última región, entre los pagos más occidentales (Salinillas, Labastida…) y los más orientales (Moreda, Oyón..); entre las zonas de mayor altitud (Cripán, Elvillar,…) y los de menor (Lapuebla, Baños, …), así como entre terrenos cercanos, debidas a su particular exposición (pendiente, orientación..), y situación (colinas, hondonadas..), influirán poderosamente en las disponibilidades de agua, riesgo de heladas, maduración, etc., condicionando, por consiguiente, la elección del portainjerto.
Los patrones provocan modificaciones en el comportamiento de la variedad y su asociación se deberá adaptar a las técnicas de cultivo y medio.
Por otra parte el portainjerto condiciona la expresión cualitativa de la variedad. Así por ejemplo el vigor del portainjerto se transmite a la variedad con el consiguiente retraso en la maduración.
Una variedad injertada sobre un patrón de ciclo largo ve como la duración de su ciclo se alarga, y viceversa. Un portainjerto vigoroso aumenta el vigor de la variedad y el rendimiento pero puede originar retrasos en la maduración, o en variedades sensibles problemas de corrimiento.
Aunque la teoría nos dice que debiéramos, en general, huir de patrones con mucho vigor, la práctica nos dice que no tenemos mucho para elegir entre nuestras condiciones por lo que al final controlaremos el vigor mediante un correcto manejo del cultivo.
En función de la resistencia a nematodos y también de determinados hongos y toxinas que permanecen después de un arranque de viñedo, el comportamiento de los portainjertos en la replantación es variable. Entre los patrones habituales el SO4 se comporta bien en replantaciones, al igual el 99 Richter, 140-Ruggeri o el 1103 de Paulsen. Mal comportamiento tienen el 420 A, el 161-49, 5-AMZ, 3309 C, Gravesac y 41B. Tienen sensibilidad intermedia el 110 Richter, Fercal y Rupestris de Lot.
Se refiere este punto a aquellos aspectos apreciables a la vista, como el número y distribución de raíces, desarrollo de la parte aérea, buena soldadura en caso de “injertos”, inexistencia de daños mecánicos y de plagas o enfermedades, así como a otras características importantes y difíciles o imposibles de observar directamente, como son la autenticidad varietal y clonal, o la ausencia de virus o similares. Ante esta disyuntiva el viticultor podrá elegir de los patrones autorizados por la legislación entre material certificado o estándar.
Árbol de decisión para elección de portainjertos
Descarga de documentos:
Tabla de elección de portainjertos [pdf] - 231KB
¿Suelo con salinidad?
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Contenido de caliza activa en el suelo (%):
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Contenido de caliza activa en el suelo (%):
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Suelo no recomendable para viña. Si se quiere plantar recurrir AL 140-Ru aunque probablemente se presenten problemas de clorosis y amarilleamientos. |
Disponibilidad de agua/riego:
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Portainjertos recomendados
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Richter 110 Resulta del cruce de Berlandieri x Rupestris y se configura como el portainjerto que mejor se adapta a gran parte de las condiciones de Rioja Alavesa, donde escenarios de sequía se repiten cada cierto número de años, siempre que los niveles de caliza del suelo sean moderados, con poca o mediana fertilidad y no haya problemas de drenaje. Este patrón tiene buena afinidad con las viníferas y por su elevado vigor, si el manejo es el adecuado, lleva la maduración a fechas en las que, sin ser graves los riesgos, puede completarse favorablemente y con el equilibrio necesario.Soporta terrenos arcillosos pero exige que drenen bien. El Richter 110 es un patrón que debe evitarse cuando los niveles de caliza activa son elevados (en suelo o subsuelo) pudiendo dar lugar a síntomas de clorosis más o menos acusados con niveles de caliza activa superiores al 13%. No es conveniente tampoco utilizar este patrón en terrenos muy fértiles en los que se induce a un vigor excesivo y a un retraso de la maduración. Del mismo modo, no es recomendable en terrenos salinos o en terrenos muy pesados, siendo muy sensible a condiciones permanentes de humedad donde se manifiestan carencias reiteradas, frecuente la de potasio, especialmente con la variedad tempranillo. |
Richter 99 Con similar origen al Richter 110 (Berlandieri x Rupestris).Actualmente no es fácil encontrar este patrón en los viveros siendo una alternativa al Richter 110 especialmente en replantaciones, al tener mayor resistencia a algunos nematodos, en suelos profundos o con lastras superficiales fisuradas, donde las raíces penetran bien. Comparando con el R-110 tiene menor su vigor y mayor su fructificación. Como contra no le van los suelos con poco fondo, resistiendo peor la sequía que el R-110 en suelos con poco fondo al tener la raíz con menor desarrollo en superficie. No se aconseja para suelos con pH ácido o con salinidad. |
SO4 Su origen es Riparia x Berlandieri.Controlando los rendimientos, en suelos profundos, con disponibilidad de agua (de forma natural o mediante riego) el SO4 es una opción de calidad. En Rioja Alavesa se está hincando desde hace ya más de 15 años en las nuevas plantaciones que, como consecuencia de la extensión del cultivo a zonas más frescas y próximas a la Sierra de Cantabria, han ido surgiendo. En este escenario se ha adaptado francamente bien al ser más temprano que el Richter 110 y soportar mejor condiciones de humedad prolongada y niveles de caliza activa hasta del 15%. Es el SO4 un patrón que requiere controlar la producción, sobre todo en los primeros años, para lograr una buena maduración. Si los rendimientos son excesivos se producen defoliaciones prematuras y da como resultado vinos ligeros y con poco color. En general tiene buena afinidad con todas las viníferas excepto con la garnacha. Resiste a nematodos y acusa la carencia de magnesio especialmente en terrenos arenosos. Buen resultado en el área del Txakolí. |
420 A de Millardet G. Del mismo origen que el SO4, Riparia x Berlandieri, y parecidas virtudes y debilidades es el 420 A de Millardet, conocido también como "Riparia de los suelos calizos" o "Portainjerto señorito", sobrenombres que definen en gran modo sus características agronómicas. Es este patrón de poco vigor una buena opción para tierras profundas y frescas donde induce a una amplia fructificación. Tiene buena afinidad con las viníferas y se comporta bien en vaguadas frescas o laderas si se dispone de riego. Para estos suelos de Rioja Alavesa, en los que los niveles de caliza activa no sobrepasan el 15-17%, el 420 A deja prácticamente fuera de juego al 41 B (carga menos con lo que favorece una producción más equilibrada y mejor maduración), cuyo uso se justificaba muchas veces por soportar niveles de caliza elevados. En suelos pobres y secos no da buen resultado, lo mismo que el SO4. Tanto el 420 A como el SO4, son alternativa al R-110 en suelos calizos cuando existen garantías de mínimas disponibilidades de agua entre el envero y la maduración. También para Arabako Txakolina. |
161-49 Couderc De origen Riparia x Berlandieri y también bastante similar al 420A y al SO4 es el 161-49 Couderc.Se adapta bien a terrenos calizos, ligeros y profundos pero que se deben evitar en suelos muy compactos, poco profundos o áridos. Resiste menos que los otros Riparia mencionados a los nematodos y a fitotoxinas del suelo por lo que no es conveniente su uso en replantaciones (después de viña). Con todo sus mayores desventajas son su poca afinidad con el tempranillo y la de generar graves problemas de tilosis (reduce la circulación de la savia y da lugar a defoliaciones prematuras). Estos inconvenientes hacen que el uso recomendable de este portainjerto resulte muy limitado. |
5-A-MZ El 5-A-MZ es de origen Vinífera x Berlandieri.Es una alternativa al R-110 en terrenos habituales utilizados tradicionalmente para viña, y también al 41-B, por su resistencia a los suelos calcáreos soportando sin problemas niveles de caliza activa de hasta el 15%. Al resistir bien el cansancio del suelo va bien para replantaciones en terrenos pobres dando lugar a viñedos equilibrados. |
Fercal Este patrón tiene origen común al 5-A-MZ (Vinífera x Berlandieri).Como principal ventaja la gran resistencia a la caliza activa (hasta valores del 40% según bibliografía). Si bien no son muchos los viñedos con este patrón en Rioja Alavesa se conocen algunas plantaciones con más de 20 años al Norte de Laguardia que están resultando muy bien. Como inconvenientes su sensibilidad a la excoriosis y eutypiosis y a la carencia de magnesio. |
140-Ruggeri Entre los patrones con origen Berlandieri x Rupestris tenemos el 140-Ruggeri y el 1103 Paulsen. El 140-Ruggeri es un portainjerto muy rústico por lo que resiste condiciones muy duras, siendo de los que mejor se adaptan a los terrenos más calcáreos de Rioja Alavesa (hasta el 17% de caliza activa), pobres y en los que se han realizado grandes movimientos de tierra, incluso en suelos ligeramente salinos. Sin embargo, no está indicado para suelos muy fértiles por el vigor que confiere, exceso de madera y “corrimiento”, especialmente si la vinífera es la Garnacha, sensible a este fenómeno. Resiste mal el exceso de humedad. Es de ciclo vegetativo largo con lo que retrasa la maduración. |
1103 Paulsen Su origen es Berlandieri x Rupestris.Para los escasos suelos salinos de Rioja Alavesa el 1103 Paulsen es el patrón recomendado. Junto con el 140-Ruggeri, resulta bien para cubrir marras, en zonas rocosas o con problemas de enraizamiento. Resistente a nematodos y al encharcamiento, pero menos que el 140-Ruggeri a niveles muy altos de caliza activa (hasta el 13%). Para nuevas plantaciones no está indicado (como tampoco el 140-Ruggeri) en el caso de suelos muy fértiles al dar rendimientos excesivos y retraso en la maduración. Buen resultado en suelos de ladera pobres y secos, incluso arcillosos. En las áreas más orientales de Rioja Alavesa si se cumplen las condiciones indicadas da viñedos muy equilibrados con racimos alargados y uvas sueltas. |
Rupestris de Lot Es un patrón muy utilizado en plantaciones antiguas en suelos no excesivamente calcáreos (resiste hasta el 9-11% de caliza activa). Sus raíces pivotantes le dan mucha resistencia a la sequía. Da muy buenos resultados con la Garnacha Tinta. Actualmente apenas se emplea con la aparición del 1103 Paulsen y del 140 Ruggeri que mejoran sustancialmente a éste en la mayoría de condiciones. Tradicionalmente se ha utilizado con Viura en las cabezadas no muy calizas con buenos resultados. En condiciones concretas es uno de los preferidos como patrón de calidad para algunos. |
3309 C Su origen es Riparia x Rupestris.Es un patrón que por su limitado vigor va bien con las variedades habituales de Rioja, vigorosas, en terrenos fértiles, frescos, muy poco calizos (caliza activa <11), permitiendo podas largas sin resentirse la calidad. Son estas condiciones propias de algunas arenas del Ebro con la capa freática alta y disponibilidad de riego, donde da producciones regulares con ligero adelanto en la fecha de maduración. Por el contra, el 3309 C no soporta la mínima salinidad o la humedad permanente. Apto para la zona de txakolí en terrenos ligeros con buen drenaje. |
Gravesac Del cruce de 161-49 C y del 3309 C se creó el Gravesac, su poca resistencia a la caliza activa hace que sea inviable para la mayoría de condiciones de Rioja Alavesa. Para txakolí el Gravesac es un patrón de calidad y rendimiento estable que se comporta muy bien en terrenos ácidos con niveles de caliza activa bajos. De poco vigor. En terrenos arenosos y guijarrosos de pH ácido si no son excesivamente secos es la alternativa ideal. Resistente al mildiu y la antracnosis. |
41-B De origen Vinifera x Berlandieri.El 41-B, conocido más en Rioja como “Chasselas”, es un portainjerto que, antaño fue erigido como el “todoterreno” de los patrones, válido para cualquier condición, se utilizó ampliamente en plantaciones de finales del siglo pasado, una época en la que se pagaba por kilogramo y factores productivistas primaban sobre la calidad. Actualmente existen alternativas que, cada cual en sus circunstancias, superan ampliamente al 41-B, motivo por lo que desde hace años ha dejado de aconsejarse. |
Riparia Gloire de Montpellier El Riparia Gloire de Montpellier es también un portainjerto muy limitado en aplicación para Rioja Alavesa al no soportar niveles de caliza activa superiores al 8% y ser muy sensible a la sequía, por lo que queda limitado a terrenos aluviales frescos poco calizos. Con todo ello en el área del Txakolí, si la caliza activa es baja, en terrenos frescos, no muy pesados, resulta interesante, tolerando el exceso de humedad, ser resistente al mildiu, de poco vigor y de maduración precoz. Buena afinidad con Chardonnay B, Gros Manseng, Merlot y Sauvignon Blanc. |
333 EM Origen: Cruce de Vitis Vinifera L. y Cabernet Sauvignon x Vitis berlandieri.La entrada en producción se retrasa al tener un desarrollo inicial muy lento. Es uno de los portainjertos de vid más resistentes a la caliza en suelo, solo superado por el RU-140 y el Fercal. Se adapta bien a periodos temporales de sequía y a los suelos compactos. Resulta también bien en suelos ligeros. Soporta condiciones de humedad del suelo y encharcamientos temporales por lo que es un patrón a considerar en zonas ribereñas del Ebro donde las inundaciones son habituales. |
Opciones disponibles para Rioja Alavesa y Arabako Txakolina
Veremos en este apartado las ventajas e inconvenientes de los portainjertos disponibles para las condiciones más habituales de los viñedos de Álava: Rioja Alavesa y Arabako Txakolina.
El Richter 110 resulta del cruce de Berlandieri x Rupestris y se configura como el portainjerto que mejor se adapta a gran parte de las condiciones de Rioja Alavesa, donde escenarios de sequía se repiten cada cierto número de años, siempre que los niveles de caliza del suelo sean moderados, con poca o mediana fertilidad y no haya problemas de drenaje. Este patrón tiene buena afinidad con las viníferas y por su elevado vigor, si el manejo es el adecuado, lleva la maduración a fechas en las que, sin ser graves los riesgos, puede completarse favorablemente y con el equilibrio necesario. Soporta terrenos arcillosos pero exige que drenen bien.
El Richter 99, con similar origen al 110, aunque no es fácil encontrar actualmente en los viveros, es una alternativa a éste, especialmente en replantaciones, al tener mayor resistencia a algunos nematodos, en suelos profundos o con lastras superficiales fisuradas, donde las raíces penetran bien. Comparando con el 110 tiene menor su vigor y mayor su fructificación. Como contra no le van los suelos con poco fondo, resistiendo peor la sequía que el 110 en suelos con poco fondo al tener la raíz con menor desarrollo en superficie. No se aconseja para suelos con pH ácido o con salinidad.
Controlando los rendimientos, en suelos profundos, con disponibilidad de agua (de forma natural o mediante riego) el SO4 (Riparia x Berlandieri) es una opción de calidad. En Rioja Alavesa se está hincando desde hace ya más de 15 años en las nuevas plantaciones que, como consecuencia de la extensión del cultivo a zonas más frescas y próximas a la Sierra de Cantabria, han ido surgiendo. En este escenario se ha adaptado francamente bien al ser más temprano que el R-110 y soportar mejor condiciones de humedad prolongada y niveles de caliza activa hasta del 15%. Es el SO4 un patrón que requiere controlar la producción, sobre todo en los primeros años, para lograr una buena maduración. Si los rendimientos son excesivos se producen defoliaciones prematuras y da como resultado vinos ligeros y con poco color. En general tiene buena afinidad con todas las viníferas excepto con la garnacha>. Resiste a nematodos y acusa la carencia de magnesio especialmente en terrenos arenosos. Buen resultado en el área del Txakolí.
Del mismo origen y parecidas virtudes y debilidades es el 420 A de Millardet, conocido también como "Riparia de los suelos calizos" o "Portainjerto señorito", sobrenombres que definen en gran modo sus características agronómicas. Es este patrón de poco vigor una buena opción para tierras profundas y frescas donde induce a una amplia fructificación. Tiene buena afinidad con las viníferas y se comporta bien en vaguadas frescas o laderas si se dispone de riego. Para estos suelos de Rioja Alavesa, en los que los niveles de caliza activa no sobrepasan el 15-17%, el 420 A deja prácticamente fuera de juego al 41 B (carga menos con lo que favorece una producción más equilibrada y mejor maduración), cuyo uso se justificaba muchas veces por soportar niveles de caliza elevados. En suelos pobres y secos no da buen resultado, lo mismo que el SO4. Tanto el 420 A como el SO4, son alternativa al R-110 en suelos calizos cuando existen garantías de mínimas disponibilidades de agua entre el envero y la maduración. También para Arabako Txakolina.
De origen Riparia x Berlandieri y también bastante similar es el 161-49 Couderc que se adapta bien a terrenos calizos, ligeros y profundos pero que se deben evitar en suelos muy compactos, poco profundos o áridos. Resiste menos que los otros Riparia mencionados a los nematodos y a fitotoxinas del suelo por lo que no es conveniente su uso en replantaciones (después de viña). Con todo sus mayores desventajas son su poca afinidad con el tempranillo y la de generar graves problemas de tilosis (reduce la circulación de la savia y da lugar a defoliaciones prematuras). Estos inconvenientes hacen que el uso recomendable de este portainjerto resulte muy limitado
El 5-A-MZ (Vinífera x Berlandieri) es también una alternativa al R-110 en terrenos propios para viña, y también al 41-B, por su resistencia a los suelos calcáreos soportando sin problemas niveles de caliza activa de hasta el 15%. Al resistir bien el cansancio del suelo va bien para replantaciones en terrenos pobres dando lugar a viñedos equilibrados.
El Fercal tiene origen común al 5-A-MZ y tiene como principal ventaja la gran resistencia a la caliza activa (hasta valores del 40% según bibliografía). Si bien no son muchos los viñedos con este patrón en Rioja Alavesa se conocen algunas plantaciones con más de 20 años al Norte de Laguardia que están resultando muy bien. Como inconvenientes su sensibilidad a la excoriosis y eutypiosis y a la carencia de magnesio.
Entre los patrones con origen Berlandieri x Rupestris tenemos el 140-Ruggeri y el 1103 Paulsen. El 140-Ruggeri es un portainjerto muy rústico por lo que resiste condiciones muy duras, siendo de los que mejor se adaptan a los terrenos más calcáreos de Rioja Alavesa (hasta el 17% de caliza activa), pobres y en los que se han realizado grandes movimientos de tierra, incluso en suelos ligeramente salinos. Sin embargo, no está indicado para suelos muy fértiles por el vigor que confiere, exceso de madera y “corrimiento”, especialmente si la vinífera es la Garnacha, sensible a este fenómeno. Resiste mal el exceso de humedad. Es de ciclo vegetativo largo con lo que retrasa la maduración.
Para los escasos suelos salinos de Rioja Alavesa el 1103 Paulsen es el patrón recomendado. También junto con el 140-Ruggeri, resulta bien para cubrir marras, en zonas rocosas o con problemas de enraizamiento. Resistente a nematodos y al encharcamiento, pero menos que el 140-Ruggeri a niveles muy altos de caliza activa (hasta el 13%). Para nuevas plantaciones no está indicado (como tampoco el 140-Ruggeri) en el caso de suelos muy fértiles al dar rendimientos excesivos y retraso en la maduración. Buen resultado en suelos de ladera pobres y secos, incluso arcillosos. En las áreas más orientales de Rioja Alavesa si se cumplen las condiciones indicadas da viñedos muy equilibrados con racimos alargados y uvas sueltas.
El Rupestris de Lot, es un patrón muy utilizado en plantaciones antiguas en suelos no excesivamente calcáreos (resiste hasta el 9-11% de caliza activa). Sus raíces pivotantes le dan mucha resistencia a la sequía. Da muy buenos resultados con la Garnacha Tinta. Actualmente apenas se emplea con la aparición del 1103 Paulsen y del 140 Ruggeri que mejoran sustancialmente a éste en la mayoría de condiciones. Tradicionalmente se ha utilizado con Viura en las cabezadas no muy calizas con buenos resultados. En condiciones concretas es uno de los preferidos como patrón de calidad para algunos.
El 3309 C es un patrón que por su limitado vigor va bien con las variedades habituales de Rioja, vigorosas, en terrenos fértiles, frescos, muy poco calizos (caliza activa <11), permitiendo podas largas sin resentirse la calidad. Son estas condiciones propias de algunas arenas del Ebro con la capa freática alta y disponibilidad de riego, donde da producciones regulares con ligero adelanto en la fecha de maduración. Por el contra, el 3309 C no soporta la mínima salinidad o la humedad permanente. Apto para la zona de txakolí en terrenos ligeros con buen drenaje.
Del cruce de 161-49 C y del 3309 C se creó el Gravesac, su poca resistencia a la caliza activa hace que sea inviable para la mayoría de condiciones de Rioja Alavesa. Para txakolí el Gravesac es un patrón de calidad y rendimiento estable que se comporta muy bien en terrenos ácidos con niveles de caliza activa bajos. De poco vigor. En terrenos arenosos y guijarrosos de pH ácido si no son excesivamente secos es la alternativa ideal. Resistente al mildiu y la antracnosis.
Respecto al 41-B (o Chasselas), portainjerto que, antaño erigido como el “todoterreno” de los patrones, válido para cualquier condición, se utilizó ampliamente en plantaciones de finales del siglo pasado, una época en la que se pagaba por kilogrado y factores productivistas primaban sobre la calidad. Actualmente existen alternativas que, cada cual en sus circunstancias, superan ampliamente al 41-B, motivo por lo que ha dejado de aconsejarse.
El Riparia Gloire de Montpellier es también un portainjerto muy limitado en aplicación para Rioja Alavesa al no soportar niveles de caliza activa superiores al 8% y ser muy sensible a la sequía, por lo que queda limitado a terrenos aluviales frescos poco calizos. Con todo ello en el área del Txakolí, si la caliza activa es baja, en terrenos frescos, no muy pesados, resulta interesante, tolerando el exceso de humedad, ser resistente al mildiu, de poco vigor y de maduración precoz. Buena afinidad con Chardonnay B, Gros Manseng, Merlot y Sauvignon Blanc.
RESUMEN
La elección del portainjerto es siempre un compromiso entre diversos aspectos siendo el viticultor el que debe priorizar uno u otro. Así todo, haremos una simplificación de los portainjertos que desde el Servicio de Viticultura y Enología (Casa del Vino de Laguardia) aconsejamos para las dos zonas vitícolas de Álava de acuerdo a la experiencia acumulada.
El R-110 es un patrón de calidad para una gran mayoría de condiciones de Rioja Alavesa. Para terrenos más frescos, próximos a la Sierra de Cantabria el SO4 es la opción generalmente aconsejada. El 420 A es un patrón de calidad siempre que tengamos garantía de mínima frescura del suelo en agosto y principios de septiembre. Cuando se realicen grandes movimientos de tierra y/o terrenos pobres, “blancos” el 140 R es una buena opción. El 1103 Paulsen debe utilizarse cuando aparecen síntomas de salinidad así como para cubrir marras. El 5 A-MZ es un patrón que resulta bien en gran variedad de suelos, siempre que no sean muy fértiles, y da lugar a viñedos muy equilibrados. El Fercal es una alternativa en los terrenos más calizos. Se descarta el 41 B para la mayoría de los suelos por no ser una opción de calidad y por los múltiples inconvenientes que acumula.
Al no ser la caliza un factor limitante y contar con suelos en general fértiles, las opciones de más amplio espectro son el SO4 y 420 A. El Riparia Gloire de Montpellier funciona muy bien en terrenos poco calizos y el Gravesac, lo hace en terrenos ácidos. El 3309 se comporta en general convenientemente excepto en suelos muy arcillosos o que drenen mal.